EL TABERNACULOS: Para vivir entre el pueblo de Israel, Jehová le dijo a Moisés que construyera el Tabernáculo. El pueblo de Israel entonces pudo encontrarse con Dios recibiendo la remisión de pecados dando sus ofrendas de acuerdo al sistema de sacrificios que Él le había dado. Este Tabernáculo era una foto en detalle de Jesucristo quien vendría a nosotros en el tiempo del Nuevo Testamento como nuestro mesías.
HISTORIA DEL PRIMER TEMPLO
El Rey David, tras conquistar la ciudad de Jerusalén a los jebuseos la fortificó, transformándola en la capital de Israel; además, trajo el Arca de la Alianza. Este tabernáculo, una tienda que
contenía los Diez Mandamientos, fue colocado en la era de Ornan, sobre el monte Moria, en las afueras de la ciudad.
Su sucesor, el rey Salomón, conocido como el rey sabio, tuvo el honor de erigir una morada para el Señor. Como anécdota, destaca el envío, por parte del rey fenicio, de los famosos cedros del Líbano así como artesanos especializados que construyeron el Templo, adornado con oro y decorado con enormes querubines dorados, tal como lo describe el segundo libro de Crónicas. A todo lo largo del Antiguo Testamento, el Templo fue el símbolo de la presencia de Dios en medio de su pueblo; pero también la demostración clara de un pueblo que pasó del nomadismo a la sedentarización. El Templo de Salomón se convirtió en la casa de Jehová.
El Templo de Salomón , cuya construcción se terminó el 995 a. C, se conservó intacto durante 400 años, hasta la invasión de los babilonios que, al mando de Nabucodonosor, exiliaron a los judíos y destruyeron el Templo. Reconstruido cuando los judíos retornaron al país, el Segundo Templo fue sólo un a sombra del esplendor del primero.
Alejandro Magno permitió a los judíos profesar su religión. Años más tarde, cuando Antioco IV Epifanes prohibió la practica del judaísmo e inicio los sacrificios de cerdos en el Templo, se produjo la rebelión de los Macabeos , que acabó con la expulsión de los griegos de la ciudad, la purificación del Templo el inicio de la dinastía Asmonea, que gobernó hasta el 63 a.C, año en que Pompeyo tomó la ciudad. En el Nuevo Testamento, la idea de Jesús es que el Templo es un lugar de oración.
También expresó su oposición al formulismo del culto de su tiempo y, como los profetas, predijo la ruina total del templo herodiano, que tuvo lugar el año 70 d. C, cuando el emperador Tito arrasó la ciudad.
En el año 132 d.C, los judíos se sublevaron nuevamente, recuperando el control de Judea y Samaria y durante dos años y medio Jerusalén fue nuevamente su capital. El Emperador Adriano aplastó la rebelión y, decidido a acabar con toda resistencia, arrasó Jerusalén. Tras esto, lo único que quedó del Templo fue una de las murallas externas que protegían el recinto. Conocida durante generaciones como el Muro de las Lamentaciones, éste se transformó en el lugar de plegaria más sagrado para los judíos- lo más próximo que podían llegar al sitio del Templo sagrado
El Templo de Herodes, tal como Jesús lo conoció, constaba de un gran patio lo que hoy es la gran explanada rodeado de suntuosos pórticos de 13,5 metros de anchura sostenidos por columnas de mármol blanco de 11 metros de altura, de una sola pieza, y techo de madera de cedro.
Los pórticos occidental, norte y oriental tenían dos órdenes de columnas; mientras que el pórtico meridional tenía cuatro órdenes y dos planos columnados superpuestos. Dentro del gran patio exterior, llamado Patio de los Gentiles, estaban los tres patios interiores, de dimensiones mucho más reducidas, en el siguiente orden de cercanía al santuario: patio de las mujeres, patio de Israel o de los hombres y el patio de los sacerdotes en torno al Santuario.
Todo esto formaba un mundo aparte rodeado por un muro, donde le estaba prohibida la entrada, bajo pena de muerte, a todo el que no fuera judío. La advertencia estaba escrita en los dinteles de las puertas. No está clara, sin embargo la localización o distribución de estos patios interiores, de ahí la diversidad de hipótesis de reconstrucción. Pero es posible que toda esta parte reservada a los judíos no ocupase más de lo que es hoy la plataforma alta de la explanada, donde está la Mezquita de la Roca.
El Santuario estaba dividido en dos partes: el Santo, en el que estaba la mesa de los panes de la proposición, el candelabro de los siete brazos y el altar de los perfumes que un sacerdote incensaba dos veces al día. A continuación, separado por un gran velo y, en lo más recóndito del Santuario, estaba el Santo de los Santos, un lugar oscuro ocupado en otro tiempo por el Arca de la Alianza.
La distribución del conjunto estaba en consonancia con la idea de santidad y lejanía de Dios del Antiguo Testamento, presente de alguna manera en el Santo de los Santos. El único que tenía acceso a este lugar era el sumo sacerdote, pero sólo una vez al año y después de una larga purificación con ayunos y oraciones. Lo hacía el día del Perdón, la fecha más santa del judaísmo. A partir de ese concepto de santidad ritual se establecía un orden de mayor a menor pureza hasta terminar en los gentiles, quienes por carecer de pureza legal no podían pasar del primero de los patios
PROFECIA DE JESUS "Jesús predice la destrucción del templo Cuando Jesús salió del templo y se iba, se acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del templo. Respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada". Mat.24:1-2
CUMPLIMIENTO DE LA PROFECIA: En el 66 dC, la población judía se rebeló en contra del Imperio romano. Cuatro años después, el 70 dC, las legiones romanas bajo las órdenes de Tito reconquistaron y luego destruyeron la mayor parte de Jerusalén y el Segundo Templo. El arco de Tito, levantado en Roma para conmemorar la victoria de Tito en Judea representa los soldados romanos llevándose la Menorah del templo. Jerusalén fue arrasada por el Emperador Adriano nuevamente en 135 DC.
ARTICULOS PERDIDOS. En este segundo templo se perdió el Arca de la Alianza, el Urim y el Thumim, el óleo y el fuego sagrados, los Diez Mandamientos, la fuente de maná y la vara de Aarón. El Kodesh Hakodashim fue separado por cortinas a diferencia del primer templo donde había un muro. Al igual que en el Tabernáculo había solo un candelabro en el lugar santo, una mesa para el pan, y el altar de los inciensos, con incensarios de oro y muchas de las vasijas de oro que pertenecieron al Templo de Salomón y habían sido llevadas a Babilonia pero devueltas por Ciro.
EN LA ACTUALIDAD: En ella se encuentra también la conocida como Explanada de las Mezquitas, situada tras el Muro de las Lamentaciones, único vestigio que queda del derruido segundo Templo de Jerusalén y lugar de devoción por excelencia de los hebreos: allí se hayan también la mezquita de Al Aqsa y la Cúpula de la Roca. Desde donde según el Coran el profeta Muhammad ascendió al Cielo. No es de extrañar que sea uno de los lugares, además de sacros, más conflictivos del planeta, habida cuenta del enfrentamiento entre judíos y musulmanes. Si los planes de los más ortodoxos prosperan, todos esos lugares de culto islámico podrían dejar de existir de una forma sobre natural para poder construir el Tercer Templo.
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Sebasbbck (jueves, 26 enero 2017 03:45)
buen trabajo crack